47 millones de españoles nos disponemos a pasar este primer fin de semana de primavera y de confinamiento completo en casa por el coronavirus con las rutinas vueltas al revés y sin saber qué de diferente puede ser un sábado de un martes
Lo primero que hice el domingo pasado al levantarme fue un calendario a mano en un folio amarillo con los días de marzo. Luego pensé añadir abril. Como aún me quedaba papel llegué hasta mayo y lo plantifiqué en la puerta de la nevera donde ahora, cinco días después del confinamiento, también hay una receta de bizcocho, otra de magdalenas de plátano y una tabla de ejercicios para hacer en 30 minutos. La vida familiar está ahora condensada en esa puerta de la nevera. Aún no hemos tachado ningún día, no sé por qué, pero llega el fin de semana y el reto de pensar cómo hacer para que parezca (y sea) diferente a los demás días. Es el primero de la primavera, el primero de encierro total y en el que celebraré mi cumpleaños. Sin salidas, sin conciertos fuera, sin cines y con las rutinas vueltas del revés. más información